lunes, 13 de mayo de 2013

Confraternidad zona GELC de Concepción en Renca.



Según la actividad planificada, el día viernes 26 de abril, nos reunimos un grupo de jóvenes que estudian en la ciudad de concepción, y que conforman el grupo “Los del Camino”, para dirigirnos a la ciudad de Renca, para participar de una confraternidad de la zona GELC de Concepción, junto a la amada iglesia de aquel lugar los días sábado 27 y domingo 28 de Abril. Viajamos durante la noche para  llegar a aquel lugar de mañana, donde nos esperaban con mucho gozo y placer.


La principal actividad realizada durante el día, fue el trabajo de predicación realizado en conjunto a los hermanos de la amada de Renca. Durante la mañana nos dirigimos al local “Villa del Sol”, y por la tarde al local de “Huamachuco”, donde fue anunciado el mensaje de salvación, a aquellas almas necesitadas, afligidas. Sin lugar a dudas sentimos la presencia del Señor, al anunciar la palabra de Dios, quien nos dio la gracia, y dirigió en todo momento.
En este punto quisiera hacer un alcance, respecto a la bendición que gozamos los hijos de Dios, puesto que en aquellas poblaciones habían muchos jóvenes, niños y adultos que estaban oprimidos, por la drogadicción, el alcoholismo, la pobreza, violencia, etc.
Fuimos alcanzados por la misericordia de Dios, estando perdidos y lejos de Él. Nació una esperanza en nosotros, por medio de Jesús, por tanto ahora, lo que por gracia recibimos, es necesario que anunciemos con testimonio y verdad en nuestras vidas.
Fuimos llamados a anunciar este mensaje de salvación, a ser luz en medio de este mundo, y sal de la tierra. 

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
                                                                                             Sn. Marcos 16:17

Dios nos llamo para que por medio de la palabra de Dios, las almas alcancen salvación, y para ello es necesario que el amor de Él, este en nuestras vidas. Para que nos nos cansemos, para que dejemos nuestra comodidad, nuestra tibieza, y hagamos la voluntad de Él.

Al terminar este trabajo de predicación se pidió una palabra al señor, quien nos hablo en el libro de San Juan 21:6.



“El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces.”



Nos gozábamos al recibir esta palabra, porque se cumplía el propósito de Dios en el trabajo realizado. Creemos que sin lugar a dudas, el señor llamara y plantara a muchas almas en aquellos locales, donde fue pregonado y anunciado el mensaje de salvación.


 

En la noche nos reunimos junto a toda la iglesia en el templo central, donde recibimos la palabra de Dios, la cual se encuentra en el libro de San Juan 20:24-29.
Por medio de este pasaje el señor nos llama a ser creyentes, respecto a la verdad que se nos ha sido revelada.
“ Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Solo es necesario que siempre nos presentemos a Dios con un corazón sincero, para  que Él se manifieste a nuestras vidas. Fue de mucho gozo aquel servicio de adoración a Dios.
En el día domingo, las actividades comenzaron desde temprano con la oración de la iglesia, para mas tarde participar de una predicación de mañana y del estudio de la palabra, en la escuela dominical.
Finalmente, después de un almuerzo, nos volvimos a Concepción, gozosos de haber participado junto a los hermanos de aquella ciudad, donde la comunión y la unidad de Cristo, se manifestó mediante el amor que Dios puso en nuestro corazones por aquella hermandad.



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