ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:39
Damos gracias a Dios por poder darnos la oportunidad de congregarnos a escudriñad las sagradas escrituras, el grupo cada día jueves a las 13° horas se reúne en aula A-102 de la Facultad de Arquitectura para realizar este servicio. En esta oportunidad nuestra Universidad se encontraba de paro y gracias a Dios pudimos llevar a cabo este estudio bíblico en un local de la iglesia en Concepción, Agüita de la Perdiz.
El tema que se toco fue Dios es amor. Y uno de los puntos relevantes que quisimos destacar fue:El amor soberano de Dios, que a continuación se explica.
No hay nada en los
pecadores que mueva a Dios a amarles; nadie puede reclamar el derecho al amor
de Dios; Su amor es libre y soberano. ¿Qué hubo en este miserable pecador para
atraer el corazón de Dios? ¡Absolutamente nada! Por otro lado, había todo para
merecer su rechazo; por lo cual El pudiera haberme aborrecido.
Y también, con referencia a Israel: "No por ser vosotros más que todos
los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más
insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso
guardar el juramento que juró a vuestros padres" (Dt. 7:7-8).
Si Dios es soberano en su amor, esto significa que su amor no puede ser
influenciado por nada. Y si esto es así, es lo mismo que decir que la causa del
amor de Dios descansa sólo en sí mismo. Él ama a quien desea. "A Jacob
amé, mas a Esaú aborrecí" (Ro. 9:13). Es así que lo que importa no es
que Jacob fuera más fácil de amar que Esaú y que Dios por lo tanto lo amó a él
en vez
de amar a su hermano, sino que Dios había puesto su amor sobre Jacob solo como
un acto de su voluntad soberana. Esto lo dejó bien claro al elegir a Jacob en
lugar de Esaú antes que los mellizos nacieran y, por lo tanto, antes que
tuvieran la oportunidad de hacer algo bueno o malo. De manera similar, el
versículo de Deuteronomio niega explícitamente que Dios amara a Israel por algo
que tuviera, como su fuerza o su tamaño como nación (como nación no era nada
grande). Lo que hace es afirmar que Dios los amó porque los amó.
"en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el
Amado" (Ef. L5-6).
Dios es amor, demostrado en el Calvario. No hay otra expresión más
elevada del amor, que Jesús llevando nuestros pecados en el madero. Ro.5:8.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros.
Su gracia y misericordia son influidos por su amor. Jeremias 31:3 Jehová se
manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por
tanto, te prolongué mi misericordia.
La ira, justicia y poder de Dios, nos destruiría en un instante por nuestro
pecado,pero como dice el versiculo de arriba por su amor se prolonga su
misericordia.
Su justicia dice que debe retribuirnos según lo que merecemos y por nuestros
pecados merecemos el infierno y la muerte,
Romanos 2: 5 y 6 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras
para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de
Dios,
el cual pagará a cada uno conforme a sus obras.
Nuestras obras son malas,
Romanos 3:10 al 18 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no
hay ni siquiera uno.
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan.Veneno de áspides hay
debajo de sus labios;
14 Su boca está llena de maldición y de amargura.
15 Sus pies se apresuran para derramar sangre;
16 Quebranto y desventura hay en sus caminos;
17 Y no conocieron camino de paz.
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
La justicia de Dios no puede soportar que se justifique al impío así y nada
más
Proverbios 17.15 El que justifica al impío, y el que condena al
justo, Ambos son igualmente abominación a Jehová.
¿Como podemos ser justificado entonces?
Romanos 3:21 al 26 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de
Dios, testificada por la ley y por los profetas;
la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los
que creen en él. Porque no hay diferencia,
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para
manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los
pecados pasados,
con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él
sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
Por eso Jesús padeció el Calvario.
2Cor 5.21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
La naturaleza del amor de Dios es la entrega, y cuando nos entrega algo no es
una baratija sino lo mejor.
Hay dos sentidos en los que podemos ver el amor del Padre en la muerte de
Jesús.
Primero, Jesús es lo mejor que Dios tenía para dar, no hay nada que pueda
compararse al Hijo de Dios.
Segundo, al dar a Jesús, Dios se estaba dando a sí mismo, y no hay nada que uno
pueda dar que sea mayor que eso. Y ahí en la cruz, Dios Padre derramó toda Su ira (la ira que
merecemos) sobre Su Hijo. Nosotros deberíamos haber estado en su lugar.
Cristo —el regalo más grande.
El amor que excede todo conocimiento, no hay conocimiento más grande
(superior), que conocer el amor de Dios, esto es a Dios mismo a través de
Jesús.
San Juan 14:6 y 7 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Si me
conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le
habéis visto.
Dios solamente nos puede revelar su amor a través del poder del Espíritu Santo
en nuestras vidas, quien nos convence de pecado (la culpa por nuestro pecado).
Nos lleva al arrepentimiento y a comenzar una nueva vida en Cristo Jesús. Así
nos guiará al conocimiento de Dios, del amor. Todo esto por la fe, don soberano
de Dios.
15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos
con poder en el hombre interior por su Espíritu;
17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que,
arraigados y cimentados en amor,
18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la
anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para
que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en
nosotros,
21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los
siglos de los siglos Amén.
Agradecemos infinitamente a Dios, por su compañía cada día, por que El nos a demostrado que va con nosotros, y sabemos, confiamos firmemente que aun mayor cosa hará en medio de nosotros.
A Dios tributamos Honor y Honra por los siglos de los siglos . amén.
Agradecemos infinitamente a Dios, por su compañía cada día, por que El nos a demostrado que va con nosotros, y sabemos, confiamos firmemente que aun mayor cosa hará en medio de nosotros.
A Dios tributamos Honor y Honra por los siglos de los siglos . amén.
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